Por Yensuni López
Es lamentable y poco digno aprovecharse del trabajo de otros para mejorar la propia imagen como trabajador, persona o líder. Estoy convencida de que la verdadera cualidad de un líder radica en guiar, motivar y ser lo suficientemente cercano para que aquellos a su alrededor deseen seguirlo, no porque se les imponga, sino porque confían en su habilidad para liderar y reconocer sus esfuerzos.
La reciente jugada del equipo de Armando Reyna (espero que sea obra de su equipo y no de él directamente) de promocionar una fotografía en los medios con el mensaje de que “convocó a trabajar en unidad” con los regidores de oposición resulta cuestionable. La realidad es que fueron los regidores quienes lo convocaron a él. Este primer paso, que debería haber sido tomado por el alcalde electo, revela una falta de iniciativa por su parte, aunque sí tuvo el ímpetu para difundir la fotografía en los medios.
Una situación similar ocurrió con la protesta en Cerro de Ortega. La entrega de la ambulancia, que se atribuyó a las “gestiones” de Reyna, en realidad fue resultado de la presión comunitaria, y no de su intervención directa.
No es un secreto la tensión existente entre Armando Reyna y el actual alcalde, Elías Lozano. En lugar de aparecer como el “héroe” en este contexto, Reyna debería adoptar una postura más digna y respetuosa, permitiendo que Lozano termine su mandato, con todas las implicaciones que ello conlleva, ya sean protestas o felicitaciones. Reyna, como diputado, tuvo tiempo y recursos para abordar estos problemas antes de su próxima asunción como alcalde. Elías Lozano ha cumplido su papel, ya sea de forma positiva o negativa, y merece concluir su mandato sin interferencias externas.
Las quejas de Reyna sobre no ser invitado a eventos de la administración de Lozano (expresadas en sus círculos) reflejan una preocupación válida, pero también ilustran el sentimiento del actual alcalde de que nadie debería aprovecharse del trabajo ajeno para ganar notoriedad. Lozano ha manifestado que “quien quiere aparecer en la foto debe hacer el trabajo, porque a la hora de la foto, sobran los que se ponen”, y esta precaución que tomó con Reyna, ahora, parece tener fundamento.
No hay dudas de que el próximo presidente municipal es un buen elemento, por eso no debería recurrir a tácticas mediáticas para elevar su perfil. No lo necesita, ya es un alcalde electo, Reyna no está en campaña; no ocupa apropiarse de gestiones ni aparentar logros. Su trabajo y desempeño serán suficientes para destacarse. En lugar de buscar visibilidad a través de estrategias de imagen, sería más efectivo que, como diputado, se enfoque en resolver problemas actuales como los relacionados con los taxistas y moto taxistas. Una gestión efectiva en estos temas fortalecería su reputación y demostraría su capacidad para enfrentar y resolver problemas concretos.
En resumen, en lugar de buscar protagonismo mediático, lo mejor sería que Reyna demostrara su capacidad de liderazgo con acciones concretas y efectivas. Ya no se trata de ser un candidato, sino de ser un alcalde en funciones. El verdadero trabajo comenzará en octubre, y seguramente de alcalde resolverá mucho más, incluyendo el tema de adeudos con el sindicato, el del panteón y tantas otras oportunidades que tendrá para difundir más fotos con información que sí sea real.
Bueno, es solo un comentario. No doy consejos, solo observo y comento lo que veo Desde las Trancas.