El tema de las autolesiones, dijo Myriam Macías Cruz colaboradora del Centro Universitario para el Desarrollo Integral, “no es nuevo, pero hace falta retomarlo por la poca información que existe, tanto desde el entorno familiar como del escolar”.
Una conducta autolesiva, definió, es aquella que es deliberada y tiene como propósito producir daño físico directo en el cuerpo, sin la intención de provocar la muerte.
Como parte de las Jornadas Académicas 2024 que realiza la Universidad de Colima (UdeC), Myriam impartió el taller Abrazar la Vida: prevención de conductas autolesivas, a docentes y personal administrativo de la casa de estudios.
Macías Cruz dijo que las personas que se autolesionan suelen mantener en secreto este comportamiento y por lo general son retraídas socialmente. “Sin embargo, el impulso de autolesionarse no es poco común y muchos lo superan con tratamiento”.
Comentó que la preocupación como docentes es saber qué hacer y cómo actuar para prevenir estas conductas. Además, qué hacer cuando ya se está frente a una situación de autolesión, “que no es lo mismo que un suicidio o intento de suicido”.
Myriam dijo que una de las causas principales de este comportamiento es la falta de regulación emocional, de ahí la importancia de estar en contacto con los y las estudiantes y de conocer incluso la situación familiar y social.
Esta situación se puede empezar a deducir cuando las o los estudiantes muestran un cambio de conducta no habitual, como el aislamiento, o tienen problemas de alimentación. A veces empiezan a consumir sustancias adictivas o muestran falta de interés por sus tareas escolares o por los demás.
Compartió que, al no ser un problema muy visible, puede ocurrir durante mucho tiempo y no ser percibido. “Por eso es importante que los docentes conozcan, se informen y puedan tener la capacidad de saber abordar esta situación”.
Desde su experiencia profesional, señaló que “es un problema que se está agudizando y se presenta en alumnos de menor edad, por ello reitero que los docentes deben estar cada día más dotados de herramientas para poder apoyar y dar esa contención a los estudiantes”.
De no atenderse, advirtió, las autolesiones pueden ser cada vez mayores y el joven o la joven pueden enfrentar un trastorno depresivo o de ansiedad que afecte su calidad de vida y que requiera una intervención médica o psicoterapia.
Por eso preparó este taller, para que las y los docentes aprendan a identificar dichas conductas de riesgo y sepan cómo incidir positivamente en ellas.