Ejidatarios de Coalata, Nuevo Cuyutlán y Colomos continúan su lucha por la recuperación de la concesión en el pago de energía eléctrica para los pozos de uso agrícola, un problema que meses atrás los llevó a bloquear la carretera Manzanillo-Tecomán como medida de presión.

Hugo González, uno de los líderes del movimiento, informó que han sostenido reuniones con el subsecretario de Desarrollo Rural, Elías Lozano, logrando apoyo con personal especializado para la regularización de concesiones vencidas.

Además, se ha establecido colaboración con la Universidad de Colima y la Comisión Nacional del Agua (Conagua), dirigida por Mayra Zaragoza, con quienes sostendrán una reunión en un mes para continuar con los trámites necesarios.

González destacó que la Universidad de Colima facilitará gestiones ante Hacienda y apoyará en mediciones de agua, un requisito de la nueva normatividad. También, con el respaldo de la Notaría 4 de Colima, se ha conseguido un descuento del 50% en la regularización de actas constitutivas.

Uno de los principales obstáculos en este proceso ha sido la discrepancia de nombres en los recibos de pago, concesiones y actas, lo que ha complicado los trámites de regularización. Algunos ejidatarios han tenido que asumir deudas debido al fallecimiento de los concesionarios originales.

Como un avance significativo, se ha logrado que la Comisión Federal de Electricidad (CFE) no cobre temporalmente el servicio de energía a quienes aún no han regularizado su concesión. Para el 2025, se obtuvo una prórroga de tres meses sin cobro, con gestiones en curso para extenderla a seis meses.

Asimismo, se busca que quienes no completen su documentación antes de marzo no sean sujetos a cobro inmediato, extendiendo el plazo hasta seis meses.

El subsecretario de Desarrollo Rural ha designado a un especialista en la materia para brindar asesoría y agilizar trámites. Además, los ejidatarios pretenden involucrar a diputados federales y senadores con el fin de impulsar un decreto que solucione esta problemática antes de marzo.

La lucha de los ejidatarios continúa en busca de garantizar el acceso equitativo a la energía eléctrica para la actividad agrícola, fundamental para el desarrollo del sector rural en la región.