Tras las inconformidades expresadas por habitantes de la comunidad de La Salada, donde siete viviendas se encuentran en riesgo de ser removidas por las obras de ampliación de la autopista, el regidor Jorge González informó que continúa dando seguimiento al caso, con el objetivo de que las familias afectadas sean escuchadas y se logren acuerdos que respeten su derecho a una vivienda y a permanecer en su comunidad.
En entrevista, González señaló que los vecinos aún no reciben información clara ni por parte de la empresa encargada del proyecto ni de las autoridades responsables. “Me comentan que sólo han ido a medir, pero nunca les han explicado formalmente si serán reubicados, compensados o si hay alguna alternativa”, denunció.
El regidor explicó que ha visitado en dos ocasiones a los habitantes de La Salada. En la primera, escuchó sus inquietudes directamente, y en la segunda, acudió acompañado por un abogado con el fin de brindarles orientación legal y establecer canales de apoyo. “No se trata de dejarlos solos en un proceso tan delicado”, expresó.
Una de las situaciones más delicadas es la de una mujer adulta cuya casa se vería completamente afectada por la obra. La mujer, relató el regidor, dejó claro que no piensa abandonar su hogar. “Ella nos dijo que no tiene a dónde ir, que construyó su casa con mucho esfuerzo y que no quiere irse porque en su comunidad ha encontrado paz, tranquilidad y sentido de pertenencia”, compartió.
González advirtió que la obra ya se encuentra en una etapa avanzada y que a estas alturas debería haberse garantizado una comunicación formal con los afectados. “Estamos sobre el tiempo. Es preocupante que no se haya hecho un acercamiento serio por parte de la empresa o de las autoridades. No se puede seguir avanzando sin resolver este tema de fondo”, señaló.
En cuanto a su postura, insistió en que se deben buscar soluciones justas para ambas partes. “Es un proyecto que beneficia al municipio y al estado, pero no puede hacerse a costa del despojo o del sufrimiento de las personas. Si hay afectaciones, deben ofrecer alternativas reales: un lugar dónde vivir, una compensación justa o al menos la posibilidad de decidir”, enfatizó.
Finalmente, el regidor reiteró que mantendrá el contacto con las familias de La Salada y seguirá exigiendo la instalación de una mesa de diálogo real. “Aquí lo que se busca es justicia y empatía. No se puede perder de vista que detrás de cada casa hay historias de vida, de esfuerzo y de comunidad”, concluyó.
