Durante la presentación de la Asociación en Defensa de las Niñas, Niños y Adolescentes del Estado de Colima, sus integrantes denunciaron que el sistema de justicia familiar ignora los derechos de los menores en procesos de divorcio, priorizando los intereses de los padres. Señalaron que la corrupción, negligencia y burocracia provocan años de separación entre infancias y alguno de sus progenitores, afectando gravemente su desarrollo emocional y psicológico.
El psicólogo Andrés Eduardo Herrera advirtió que muchos menores enfrentan un “terremoto emocional” tras la separación de sus padres, con consecuencias tan graves como el suicidio. Criticó que los juzgados entreguen a los menores “como paquetes” a una sola parte, obligando a la otra a litigar por el derecho a convivir. Agregó que la alienación parental y la falta de acuerdos dañan su salud mental, y urgió a repensar el rol del Poder Judicial ante el impacto que esto tiene en generaciones futuras.
Los integrantes de la asociación exhortaron a la ciudadanía a no votar por jueces o magistrados vinculados con malas prácticas. Señalaron particularmente a una aspirante con nueve carpetas de investigación en la Fiscalía Anticorrupción, lo cual —dijeron— sería un retroceso para la justicia en Colima. Propusieron considerar nuevos perfiles alejados de estructuras viciadas y promover una transformación profunda que garantice una impartición de justicia más humana, eficiente y centrada en la niñez.
