El programa de salud voluntario dirigido a trabajadoras sexuales en Tecomán ha registrado una disminución en la participación en los servicios médicos municipales. A lo largo de 2024, el número de trabajadoras sexuales que acudieron a la consulta bajó considerablemente, pasando de 83 personas registradas a un promedio de 20 a 25 en lo que va de 2025. Aunque el programa sigue siendo voluntario, el médico municipal, Marco Antonio García Benites, destacó que, a pesar de la baja participación, las trabajadoras sexuales continúan presentando sus estudios médicos, pero optan por otros centros privados para cumplir con la regulación sanitaria.
El programa, que se lleva a cabo en la unidad deportiva norte, en las instalaciones de la consultoría médica, invita a las trabajadoras sexuales a asistir de manera voluntaria los martes, miércoles y viernes, de 9 de la mañana a 2 de la tarde.
García Benites explicó que, debido a restricciones legales, no es posible hacer obligatorio que acudan a los servicios municipales. Sin embargo, el programa ofrece atención médica, receta sin costo y la posibilidad de realizarse los estudios en cualquier centro médico de su confianza.
“Cuando realizamos visitas voluntarias a los centros donde laboran, les pedimos que nos muestren los comprobantes de los estudios que han realizado en otros servicios de salud. Al presentar estos resultados, las registramos en su carné, lo actualizamos con cada nueva consulta y les asignamos la próxima fecha de revisión”, explicó el médico.
El objetivo del programa sigue siendo fomentar la salud preventiva y garantizar que las trabajadoras sexuales tengan acceso a los estudios médicos requeridos para mantener su salud en orden. García Benites destacó que, a pesar de la baja en la participación, el programa sigue funcionando bajo el principio de voluntariedad, en cumplimiento con el tema legal actual, que no permite que la consulta sea obligatoria.
El programa establece que los estudios médicos se deben realizar de manera mensual, bimestral o trimestral, dependiendo del tipo de actividad que desempeñen las trabajadoras sexuales. Para aquellas con contacto constante con personas, como las bailarinas o las cocineras en establecimientos, se les recomienda realizarse los estudios con mayor frecuencia (cada mes). Además, se les orienta sobre métodos anticonceptivos y planificación familiar.
Concluyó mencionando que pesar de la baja en el número de participantes, el trabajo de sensibilización continúa siendo una prioridad para la administración municipal, buscando siempre garantizar el bienestar de las trabajadoras sexuales y su acceso a la atención médica necesaria.