La inclusión de niños y jóvenes con discapacidad en los sistemas educativos y en el ámbito laboral ha experimentado avances significativos en los últimos años. En la actualidad, instituciones como el Centro de Atención Múltiple (CAM) y el Bachillerato Especial conocido como CAER están marcando una diferencia tangible en la vida de estas personas.

Esperanza Hernández Gutiérrez, presidenta del Patronato Pro Educación Especial al niño tecomense señaló que en el CAM, se registra una matrícula cercana a los 225 niños y jóvenes con diversas discapacidades, quienes reciben educación adaptada a sus necesidades. Además, algunos de ellos continúan su formación en el CAER, donde se les prepara tanto académicamente como en habilidades prácticas para integrarse al mercado laboral.

Hernández Gutiérrez dijo que estos avances reflejan un cambio positivo en la percepción social hacia las personas con discapacidad. El estigma que prevalecía anteriormente ha disminuido, abriendo paso a una cultura más inclusiva, que reconoce la importancia de brindar igualdad de oportunidades.

El crecimiento de la matrícula y la diversificación de las opciones educativas demuestran un esfuerzo conjunto entre autoridades, educadores y familias, que trabajan para garantizar un entorno accesible y de calidad para todos. Este progreso es un recordatorio de que, con el compromiso adecuado, se pueden romper las barreras y construir una sociedad más equitativa, afirmó.