Los que están teniendo la mayoría de los diez alcaldes del estado trienio 2024-2027, Salvo Cicerón Alejandro Mancilla González, Minatitlán; y Esther Gutiérrez Amezcua, Villa de Álvarez, que repiten en sus cargos entregándose y recibiéndose ellos mismos sus respectivas administraciones municipales, el resto de los alcaldes entrantes, incluidos quienes pertenecen a los mismos partidos políticos de los salientes, se quejan de lo que sus antecesores les dejaron. Pero el colmo es que a la popular alcaldesa villalvarense le hayan atizado fuego amigo tres incendiarios plenamente identificados, dos de sus compañeros regidores y un exfuncionario municipal que les dio cuerda, acusándola de mil y una cosas que no viene a cuento referir aquí.
En Coquimatlán, por ejemplo, la exalcaldesa Leonor Alcaraz Manzo, acusada penalmente por afectar el erario municipal sin importarle ninguna ley o reglamento en materia de administración de recursos públicos, manejó indebidamente contratos de obra pública, confabulada con la síndico Evelin Lizet Rosales Ochoa, el regidor Wilvert Antonio Magallón García, dirigente municipal del PRI, el exalcalde falso priista José Guadalupe Benavides Florián e Inés Rosales Quintero, tío Evelin Lizet, le negaron al alcalde Luis Gerardo García Olivares el voto para el nombramiento de los titulares de la Secretaría, Oficialía Mayor, Tesorería, Seguridad Pública y Contraloría, sin importarles afectar la buena marcha de la administración municipal.
En Manzanillo tampoco fue terso el relevo de la exmorenista y emecista Griselda Martínez por su excompañera de partido Rosa María Bayardo Cabrera, que la acusa de haberle dejado las arcas vacías, y de haber realizado de último momento compras innecesarias por millones de pesos nomás para fastidiarla. Lo mismo dice de la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado de Manzanillo (Capdam) que siempre ha sido la enorme caja chica de los alcaldes porteños en turno. Si no lo creen pregúnteles a Rogelio Rueda Sánchez, Nabor Ochoa López, Virgilio Mendosa Amezcua y Gabriela Benavides Cobos, todos ellos ahora más 4T que la propia Rosy.
En el caso del municipio sede de la capital política del estado, la expriista que ya como Fosfo-Fosfo anda tras el control de la franquicia local del Partido Movimiento Ciudadano, Elia Margarita Moreno González, no le entregó a Riult Rivera Gutiérrez los fondos financieros para cubrir las prestaciones correspondientes a los 9 meses y una quincena que ella debió de haber cubierto, pero sí a unos 300 de sus movilizadores electorales que basificó sin justificación alguna en la mayoría de los casos. A esto hay que agregar la entrega de equipo inservible, calles bombardeadas y áreas verdes totalmente desatendidas.
Aunado a lo anterior, para distraer la atención de la ciudadanía sobre los excesos, abusos y arbitrariedades cometidos durante su gestión, Elia Margarita Moreno González ha reemprendido la misma feroz campaña de infundios que utilizó en la reciente campaña electoral en contra de la vida personal y familiar del alcalde Riult Rivera Gutiérrez, que utilizó, guerra sucia que la hizo perder la partida por más de once mil votos de diferencia ante quien nunca le respondió. Entonces como ahora, los golpes se le seguirán haciendo a Riult lo que el viento a Juárez, siempre y cuando los resista a pie firme sin doblarse ante su extorsión “periodística”.
Solamente ha corrido la primera quincena de las 72 que integran el trienio 2024-2027. La faena apenas empieza, lo más complicado en un escenario de recursos cada día más escasos y mayores demandas ciudadanas, está por venir. Los diez alcaldes deberán hacer verdaderos milagros, ponerle buena cara al mal tiempo y entrarle con fe a todo lo que les venga en adelante.
Se dice que…
Hasta ahora, no se han quejado mucho que se diga los alcaldes primerizos de Armería, Comala, Cuauhtémoc, Ixtlahuacán y Tecomán, pero dejen que lumbre les llegue a los aparejos con los requerimientos de pagos por concepto de prestaciones de fin de año, y hasta van a llorar. Al tiempo.