La oposición prianista en Colima, que recibió una gran lección en las pasadas elecciones por parte de Morena, se ha quedado sin opciones para el 2027. Su única opción ahora es dar resultados extraordinarios. En virtud de su colosal derrota demostraron que la verdadera oposición de la oposición, son ellos mismos, los prianistas que no consiguieron refundarse para poder estar a la altura de los comicios pasados. Fueron las mismas familias-tribus las que se repartieron las posiciones de elección popular y eso ocasionó su despanzurre. No entendieron, no han entendido, y ahí están los resultados. Las mismísimas caras de siempre nos querían convencer de que eran diferentes, y de que ya no eran los corruptos de antes sino los inmaculados de ahora. Les ha pasado igual que a los priistas corruptos que devinieron en morenistas intachables. ¿Cuándo van realmente a entender que, de seguir así, el 2027 se convertirá en otra paliza como la pasada? No tienen opción, pues: o cambian, o cambian, y ahora lo que le sigue a los tres políticos opositores más sobresalientes por las posiciones que ocuparán (Riult Rivera en el municipio de Colima, Tey Gutiérrez en el de la Villa y Mely Romero en el Senado) es hacer un trabajo impecable en todos los rubros de su propio quehacer.
Tey Gutiérrez, al haber ya sido alcaldesa en el periodo anterior, puede pensar que lo está haciendo bien y que esa es la ruta para seguir, pero en realidad el municipio tiene muchos temas pendientes que pueden cambiar la percepción de los habitantes del municipio, como el propio de la violencia, que tantos estragos sigue ocasionando y que ya le costó la vida a varios cuerpos policiacos y funcionarios de primer nivel. El tema ecológico es otro pendiente, así como el mismo cultural. Hace falta mejorar todavía más zonas abandonadas de parques, jardines y áreas verdes, y poner énfasis en el alumbrado público, sobre todo en áreas de la periferia. En fin, un trabajo importante por hacer.
Riult Rivera, por su parte, es la primera vez que va a tener un cargo de administrador de un municipio, una experiencia que no será la misma a la de ser legislador local o federal, y si quiere ganarle la delantera a Tey Gutiérrez para la candidatura a la gubernatura del Estado, tendrá que tener a los mejores en todas las áreas, y no tener concesiones derivadas de acuerdos políticos. Tendrá que saber persuadir a quienes verán el municipio como un botín para sus intereses personales y no como una plataforma real para arrebatarle a Morena la gubernatura en 2027, que tendrá de suyo difícil. A Colima capital le hace falta mejorar sus calles, muchas abandonadas a su suerte, le hace falta mejorar mucho sus servicios públicos (incluida la recolección de basura, que requiere de una reorganización profunda), necesita un proyecto cultural y educativo de verdad (que vaya más allá de lo farandulero), necesita mejorar su programa de contención ecológica, necesita mejorar las normas de la convivencia vecinal (todavía tiene muchas aristas el servicio de jueces cívicos), etcétera, etcétera.
Finalmente, Mely Romero, quien ya fue senadora y cuenta con una vasta experiencia en el rubro, es, me parece, una de las priistas de mayor madurez y solvencia moral en la actualidad y aunque perdió las elecciones pasadas a la gubernatura, será sin duda una carta nada desdeñable para poder volver a competirla, todo dependerá del fino trabajo que haga desde el senado en beneficio de los colimenses. Morena tiene todas las de ganar: presidenta de su misma filiación política, gobernadora morenista, la mayoría de los municipios y el congreso local morenista, ¿qué más pueden pedir? Sin embargo, en la vida todo es una moneda al aire y de confiarse les puede pasar como en la fábula de la tortuga y la liebre. Ahí están las cartas puestas sobre la mesa. Ya veremos cómo las irán jugando los tahúres más avezados.