El sacerdote Óscar Llamas, encargado de Comunicación de la Diócesis de Colima, dio a conocer que el crimen organizado ha tratado de extorsionar telefónicamente a los cerca de 150 sacerdotes que integran esta Diócesis, debido a que, al parecer, "tomaron la lista de todos y nos hablaron".

Indicó que debido a esto entre los mismos curas se ha creado un sistema de protección y cuidado para nosotros mismos.

Cuestionado sobre el número de sacerdotes que lograron caer en el engaño de las extorciones, Óscar Llamas dijo desconoce el número, “no sé cuántos hayan caído (en el engaño), pero más de alguno si debió haber caído en la amenaza de lo que estaban haciendo”.

Dijo que quienes llamaban los amenazaban diciendo que estaban afuera de la parroquia, que iban a hacer destrozos, que iban a meter droga o iban a hacer daño a los familiares.

Agregó que a la iglesia le preocupa la inseguridad que actualmente se viven en el Estado, “nos preocupa la inseguridad y lamentamos que nuestro estado ocupe uno de los primeros lugares en inseguridad; en las iglesias pedimos por la paz y tratamos de orientar a las familias y vecinos, ya que debemos cuidarnos unos con otros y ser gente pacífica”.

Reconoció que la iglesia ha sido víctima de robos, “porque de alguna manera somos causa de extorciones, robos que en las mismas iglesias se han realizado, por lo que nos preocupa y tenemos que estar con más seguridad en todos los aspectos”.

Mencionó que como medida preventiva “hemos tenido que recurrir a cerrar más temprano los templos, pero es por la inseguridad que ha traído las consecuencias que no podamos estar con los templos abiertos a todas horas".

El prelado indicó que los amantes de lo ajeno entran a las iglesias y "lo que buscan es lo que aparentemente creen que es muy valioso, como las custodias o cálices, ya que los ven dorados y se imaginan que son muy costosos y eso es lo que tienden a llevarse y otras veces pinturas que ellos consideran son costosas-