Estación Sufragio

A las mujeres todo el poder y todo el dinero

 Adalberto Carvajal Berber  Opinión

El presidente nacional del PRI, Enrique Ochoa Reza, anunció un programa efectivo de capacitación con perspectiva de género, a fin de preparar oportunamente a las mujeres para la participación política plena y efectiva en 2017 y 2018.

Acaba de pasar el Día Internacional de la Mujer y la corrección política obliga al Revolucionario Institucional y a todos los partidos a ofrecer a la mujer oportunidades de participación política “a partir de su preparación plena”, que no sólo se reflejen “en oportunidades de candidaturas, sino en posibilidades reales, claras, contundentes de acceder a los espacios”, dijo Ochoa.

El comité ejecutivo nacional del tricolor ya tiene nueva secretaria general, Claudia Ruiz Massieu, quien llegó por un intrincado procedimiento de dedazo, mediante el cual no sólo la colocaron en la Secretaría de Organización, tercer cargo en el organigrama del partido, con un mensaje claro que la decisión se había tomado en Los Pinos, sino que le dibujaron el caminito: cuando Carolina Monroy dejara el cargo, la sobrina del ex presidente Salinas ascendería un escalón por orden de prelación.

Monroy llegó a la dirigencia nacional del PRI haciendo mancuerna con Manlio Fabio Beltrones, pero cuando el político sonorense se fue (del partido), la mexiquense no ascendió a la presidencia del CEN por orden de prelación. Y ahora cede el paso a la ex canciller mexicana tras haberse definido la fórmula del Grupo Atlacomulco para el Estado de México con la nominación de Alfredo del Mazo Maza.

En una elección que se sabe perdida, Carolina hubiera podido ser el pariente del presidente Enrique Peña Nieto al que sacrificarían en el altar de la alternancia y el bipartidismo, el mismo pragmatismo que lleva al régimen priista a apoyar de facto a otra mujer, la panista Josefina Vázquez Mota. Pero EPN prefirió el holocausto para Del Mazo.

Según Andrés Manuel López Obrador, el oficialismo de la candidatura de Vázquez Mota (a quien le estarían pagando el sacrificio del 2012, parece sugerir el Peje) se vio desde el momento en que la Fundación Juntos Podemos, que ella encabeza, recibió del erario federal 900 millones de pesos. Por cierto, la investigación de Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad recuerda al entramado financiero que reportó José Reveles en su libro Las manos sucias del PAN (reeditado en 2012 a partir de lo publicado en 2006 por Planeta).

Aunque Vázquez Mota no fue la primera mujer en buscar la Presidencia de la República, sí fue la primera en ser postulada por un partido con viabilidad de triunfo. Para los comicios de 2018 ya se apuntó como precandidata del PAN Margarita Zavala. Y si bien su eventual nominación confirmaría una tendencia en el blanquiazul a conceder a las mujeres la oportunidad de competir por el cargo de mayor importancia en la política nacional, a la vez supone un retroceso…

Un paso atrás porque el perfil de la esposa del ex mandatario Felipe Calderón –no obstante su trayectoria como legisladora– les parece a muchos mexicanos similar a la de otras tantas “adelitas”, es decir, mujeres que se apuntan para ocupar posiciones que en realidad operarán sus maridos.

Con todo, en la caballada del PRI no figura ninguna yegua. Y mientras, en el PRD –donde la presidencia y la secretaría general están en manos de dos (guapas) mujeres: Alejandra Barrales y Beatriz Mojica– se debaten entre apoyar a AMLO, líder de Morena, o postular como candidato presidencial a Alejandro Mancera que no es ni ha sido militante del Sol Azteca.

Para colmo, en el folclor político a la Barrales se le ubica como dependiente político del Jefe de Gobierno de la Ciudad de México, en razón de que alguna vez tuvieron una relación sentimental. Me pregunto, ¿por qué nadie dice que a Mancera lo controla Barrales?

En Morena, es ocioso detenerse, la candidatura no se la quita nadie al Peje: el partido nació para ofrecer una plataforma desde la cual lanzar la tercera nominación presidencial de Andrés Manuel.

Y entre los nombres que suenan para una candidatura independiente a la Presidencia, ninguno es de mujer.

Un viejo político defendía la idea de que es inútil legislar paridad de género en materia de candidaturas, si las mujeres no tienen la trayectoria (ni la capacitación, agrega Ochoa Reza) para participar en la política partidista, la competencia electoral o en el gobierno.

Como se vio en el pasado proceso comicial, postular a las esposas de ex gobernadores (Alma Delia Arreola de Anguiano e Hilda Ceballos de Moreno, para dos distritos locales, y Norma Galindo viuda de Vázquez para una diputación federal) supuso para el PRI, en concreto, la pérdida de las posiciones en disputa.

Hoy por hoy la cuota de género garantiza a las mujeres la oportunidad de ser candidatas. Para ganar, sin embargo, enfrentan el reto de abatir los prejuicios de una sociedad patriarcal, pero también el de convencer a los electores de su valor político. Ya en los cargos, deben luchar contra una inercia machista que las frena en su carrera política.

¿De las cuatro mujeres que han sido senadoras por Colima en estas dos últimas legislaturas, a cuántas apoyará el PRI para que busquen ser alcaldesas, diputadas federales o regresen al Congreso local?

Y los panistas no cantan mal las rancheras, se habla que le cerrarán las puertas a Gabriela Benavides quien, además, tiene el aparente compromiso de regresarle la presidencia municipal de Manzanillo a Virgilio Mendoza, aunque éste vaya por el Partido Verde.

Mientras que Eloísa Chavarrías tiene un gran problema: a la nomenclatura panista ya se les olvidó que ella ganó el segundo distrito electoral federal con los colores del blanquiazul. No la ven como un activo del PAN.

Por lo que respecta a la actual diputada federal Gretel Culin, ¿tiene las mismas posibilidades de ir en la fórmula de senadores para 2018 que Fernando Antero, su compañero de bancada?

Mi correo electrónico: carvajalberber@gmail.com. Esta columna se puede leer también en: www.aacb2.com.

 

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