El pino azul (Pinus maximartinezii) es una especie
endémica de México. Hasta la fecha, la Comisión Nacional Forestal (Conafor) ha registrado su
desarrollo en dos sitios del país, el primero ubicado en la Sierra
de Morones, en Juchipila, Zacatecas, y el segundo en la parte sur del estado de
Durango.
En el 2010, fue reclasificada por la Secretaría de Medio
Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) en la norma 059 como especie en peligro de extinción (P). Su
nombre común se debe a la tonalidad azul verdosa de sus hojas.
Otra característica física del pino azul es el gran
tamaño de sus conos o estróbilos —conocidos localmente como “piñas”—, es la más
grande conocida de los piñoneros, ya que alcanzan un tamaño de más de 30
centímetros y un peso mayor a dos kilogramos; sus semillas —piñones— pueden
medir más de 25 milímetros. La altura promedio del pino azul es entre siete y
nueve metros.
En entrevista con la Agencia Informativa Conacyt, el
ingeniero agrónomo Isaac Quintero Quintero, uno de los 15 propietarios de
predios con distribución natural de pino azul, indicó que se cree que los
árboles con más de nueve metros de altura pueden tener al menos 220 años de
existencia. Añadió que un árbol grande de la especie referida llega a producir
hasta 300 conos.
“Si cada cono pesa más de dos kilogramos, estamos
hablando de un árbol con más de media tonelada de peso en frutos. En cuanto a
valor nutricional, los piñones producidos poseen la mayor cantidad de
aminoácidos, con una referencia entre 22 y 23”, comentó.
El doctor en ciencias del manejo de recursos Daniel
Hernández Ramírez manifestó que en la actualidad no existen los suficientes
estudios sobre la especie y su ecosistema, motivo que lo impulsó a indagar en
el tema durante su tesis doctoral con el fomento a la participación social de áreas naturales protegidas de
Zacatecas.
Por su parte, Isaac Quintero informó que desde hace 14
años es propietario de un área en donde abunda el pino azul; sin embargo, este
espacio pertenece a su familia desde al menos cuatro generaciones anteriores.
“Esta propiedad se ubica en Juchipila, Zacatecas; es un
área natural protegida interés de la Comisión Nacional para el Conocimiento y
Uso de la Biodiversidad (Conabio)
y la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp). También está
considerada como área de servicios ambientales por parte de la Conafor. El área
de distribución natural se extiende de manera dispersa en cuatro mil hectáreas,
no es compacta. Si llegáramos a juntar todos los árboles, no pasaría de las 150
hectáreas”.
Factores que inciden en la extinción de pino azul
El maestro Manuel de Jesús Macías Patiño, del Laboratorio
de Análisis Especiales de la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ), informó
que originalmente, en la era prehispánica, se estima que existían cerca de 75
mil hectáreas de pino azul en Zacatecas. Actualmente no quedan más de tres mil
ejemplares.
“Es lamentable la presión sobre esta especie, puesto que
ha afectado su prevalencia; pero la buena noticia es que ya la podemos reproducir
en muchos viveros de Zacatecas y estamos realizando esfuerzos al respecto para
su protección, ya que es única en el mundo, además de que evita la erosión del
suelo”.
El doctor Daniel Hernández comentó que la reducción de
esta especie en Zacatecas se debe principalmente a la deforestación por
agricultura, incendios forestales, pastoreo y recolección de sus semillas.
“El hallazgo de individuos de menos de dos metros de
altura es un buen indicio de recuperación natural de esta especie, que se puede
mantener si se reducen las presiones a las que se encuentra sometida, por lo
que se recomienda considerar las indicaciones que desde la Conanp se contemplan
como área natural protegida (ANP)”, comentó.
Asimismo, Isaac Quintero indicó que la cantidad de pinos
que ha logrado sobrevivir es baja y se localiza principalmente en sitios donde
es difícil el acceso para las personas; sin embargo, el pastoreo excesivo y
descontrolado de ganado caprino y bovino —principalmente— representa un riesgo
importante para su reproducción y mantenimiento.
“Consideramos que el cambio climático pudiera acarrear
consecuencias negativas de importancia, ya que la cantidad y frecuencia
—distribución espacial— de lluvias se ha modificado, por lo que ahora se piensa
que hay menos producción de piñones, afectándose de igual manera el tamaño de
la semilla y probablemente la cantidad de semillas germinadas”.
Acciones para la recuperación del pino azul
Isaac Quintero indicó que el interés de las instituciones por la protección del pino azul es una acción que corresponde a los últimos 20 años, al comenzar con algunas políticas públicas federales, como programas de manejo ambiental para la protección del área.
Por su parte, Daniel Hernández Ramírez hace énfasis en algunas medidas de
protección, como el manejo silvopastoril integral, la regulación del mercado de
semilla de pino azul, así como el establecimiento de programas de pago por
servicios ambientales con énfasis en la biodiversidad en la zona de
distribución natural.
“Es indispensable la participación social, así como de
instancias gubernamentales vinculadas al desarrollo y protección del medio
ambiente, los gobiernos municipales de Juchipila y Moyahua y en general de los
propietarios de terrenos donde se desarrolla la especie”.
Informó que las acciones a favor del pino azul involucran
también la protección de 639 especies de plantas que habitan en el área y 85
especies de fauna —26 de ellas, que corresponden a 30.5 por ciento ya se
encuentran en categoría de riesgo, como la cotorra serrana occidental (Rhynchopsitta
pachyrhyncha) y guacamaya verde (Ara militaris).
Isaac Quintero comunicó que el grupo de propietarios del
pino azul ha conformado la unidad de manejo ambiental como apoyo a las
prácticas de conservación y reforestación asistida, protección contra
incendios, podas y prevención de plagas.
“Nosotros los propietarios estamos incluidos en las áreas
donde se llevan a cabo prácticas de conservación, no solo de la especie sino
del suelo y en general del hábitat mismo. Hemos realizado algunas fuentes de
abrevadero para fauna silvestre y la Conafor colocó en el área una caseta para
la prevención de incendios”.
Ecoturismo, una alternativa favorable
Añadió que con la finalidad de disminuir la presión de la
agricultura sobre el área que ocupa la especie, el grupo de propietarios busca
fortalecer el ecoturismo en la zona, en donde se piensa contemplar actividades
de interés para los visitantes, además de proteger el área ante la
deforestación e incitar a que diversas acciones conservacionistas sean una
acción rentable para los habitantes del lugar.
“Nosotros recomendamos a los ciudadanos que en su tiempo
libre se interesen por actividades cercanas a la naturaleza. Los invitamos a
conocer áreas naturales protegidas, como la ubicada en el Cerro de los Piñones,
en Juchipila, Zacatecas; eso, sin lugar a duda, contribuirá de forma positiva
con la protección del pino azul, ya que estaría aportando un sustento o recurso
económico para las personas que trabajan ahí y de igual forma se impulsa la
conservación del hábitat”, comentó.
Daniel Hernández indicó que el ecosistema de pino azul
cuenta con un importante potencial para ser considerado como una especie
“insignia” en la conservación de la biodiversidad de Zacatecas y de México.
“Sin lugar a duda, estos esfuerzos favorecen la investigación científica
relacionada con la conservación ambiental”, concluyó.