Con acciones de prevención, detección y tratamiento que
se realizan en materia de salud durante los primeros años de vida, se ha
logrado que los menores de 4 años vivan sanamente durante este tiempo. Sin
embargo, al rebasar esta edad los infantes ingresarán en términos generales a
una edad de mayor posibilidad de desarrollar cáncer, siendo la edad de mayor
incidencia entre los 4 y 9 años.
En el marco de la conmemoración de Febrero, mes del
cáncer infantil, la Secretaría de Salud y Bienestar Social del Gobierno del
Estado, detalla que entre los menores de 5 años se implementan campañas
efectivas de inmunización, programas de hidratación oral para el tratamiento de
las gastroenteritis, diagnóstico y tratamiento temprano de las patologías
infecciosas, así como la referencia y atención oportunas del recién nacido de alto
riesgo en los centros hospitalarios.
Por ello, sugiere a los padres de familia poner especial
atención en sus hijos a partir de los 4 años de edad respecto de los cambios
que puedan presentar, toda vez que pueden ser síntomas de cáncer, tales como
los dolores no justificados, la palidez, la pérdida de peso sin causa aparente,
la fiebre, la falta de apetito, el cansancio, el mal estado general, la falta
de alegría y el desinterés por el juego.
En ese sentido, el programa de cáncer en la infancia y
adolescencia pretende favorecer el diagnóstico temprano y el tratamiento
oportuno de niñas, niños y adolescentes con cáncer, toda vez que el objetivo es
facilitar el acceso de estos menores a los servicios de salud para incrementar
la posibilidad de sobrevida, disminuir la mortalidad y mejorar la calidad de
vida de los pacientes y sus familiares.
Es así como el éxito del tratamiento del paciente con
cáncer, depende de diagnósticos tempranos y correctos, tratamientos adecuados y
de calidad con manejo multidisciplinarios, para que el niño con cáncer pueda lograr una
curación en el 75-80% en todos los casos.