Siete de cada 10 pacientes que han sido atendidos en el Instituto Estatal de Cancerología (IEC) de la Secretaría de Salud y Bienestar Social del Gobierno del Estado han sido mujeres, toda vez que los cánceres más frecuentes que han sido confirmados en esta institución son el de mama y cérvico-uterino, no obstante, el cáncer de próstata se posicionó desde el 2014 como la tercera patología que más se diagnostica y atiende en el IEC.

En el marco del Día Mundial contra el Cáncer que este sábado 4 de febrero se conmemora, la dependencia dijo que las 10 primeras causas de morbilidad por tumores malignos en el IEC, desde 1996 hasta el 2015, son los cánceres de mama con mil 616 casos y cérvico-uterino con mil 354, lo que representan el 38.3% del total de cánceres atendidos, 7 mil 752 desde que el Instituto inició operaciones en 1996.

Datos del área de Epidemiología del IEC señalan que entre los cánceres más frecuentes que son diagnosticados y confirmados en la institución, a los de mama y cérvico-uterino le siguen los de piel con 808 casos; de cabeza y cuello con 361 y de colon y recto con 333 casos. Los siguientes cinco son de pulmón, linfoma maligno, próstata, ovario y de estómago.

En este sentido, desde el 2014 el cáncer de próstata desplazó del tercer sitio al de piel al registrarse ese año 52 casos del primero y 38 de éste último; mientras en 2015 se mantuvieron en estas mismas posiciones con 50 y 31, respectivamente.

En cuanto a los casos anuales en general, la institución indica que en los últimos 5 años contabilizados (entre 2011 y 2015) los casos se habían incrementado hasta el 2014, ya que en 2011 se registraron 429 casos, al siguiente se confirmaron 489, en 2013 hubo 525 y en 2014 sumaron 606, lo que representó un incremento del 12%.

No obstante, en 2015 disminuyeron los casos a 538, de los cuales 134 fueron de mama, 75 de cérvico-uterino, 50 de próstata, 31 de piel y 27 de cabeza y cuello; los 221 restantes fueron de otro tipo.

La Secretaría de Salud reiteró que para prevenir los cánceres es fundamental que la población lleve una alimentación saludable y realice actividad física, así como acudir a las unidades de salud a una detección temprana, a fin de recibir un tratamiento oportuno que permita aumentar la posibilidad de curación de los mismos.