Análisis Político

Mentiras que dañan

 Abel González Sánchez  Opinión

El Informe del Osafig si bien revela datos muy importantes que nos permiten saber el por qué el Gobierno del Estado se sumió en una severa crisis con la administración anterior, también hay imprecisiones que siguen preocupando y poniendo en tela de juicio el actuar trasparente y profesional del titular de la Osafig, con las supuestas revelaciones de los aviadores de forma imprecisa, como distrayendo a la sociedad sin sustento con trabajadores menores y alejándose del objetivo principal que es la fuga de los miles de millones de pesos.

Pues el tema de la famosa lista de 282 trabajadores que aparecieron en al menos dos nóminas de dependencias y con horarios coincidentes, sin haberlos citado para demostrar los documentos que acrediten lo que mencionan y sin darles voz ni término de defensa significa que algo cocinaron pesado y solo dejan ver la pura espuma, o mejor dicho tienden una cortina de humo para desorientar a la opinión pública.

Esta jugada política de filtración, no es un trabajo profesional de un organismo serio, provocó que algunos medios por desconocimiento o dolo, calificaran de inmediato como aviadores a 282 personas, sin recurso de defensa alguno, lo que genera un desprestigio tremendo, violando los derechos fundamentales de cualquier persona, afectando la misma imagen del quehacer gubernamental.

Se afectó moralmente a maestros y empleados de gobierno con honorabilidad probada, gente curiosamente trabajadora de menor relevancia que su único pecado fue conseguir dos trabajos para poder incrementar sus percepciones y poder recuperar en parte el añorado poder adquisitivo que teníamos hace 20 o 30 años-

Simplemente recuerdo que en mi primer trabajo como técnico agropecuario en 1975, sin grado de licenciatura, con el primer pago de tres meses cubrí el 50% de mi primer vocho nuevecito, ahora si bien le va a un profesionista, paga el enganche de una moto y de marca no reconocida, por ello cientos de profesionistas padres de familia tienen que tener dos empleos.

Pero volviendo al tema, desde que el Osafig se pintó de azul, ya no pudo desmancharse hasta hoy y pareciera que su jugada es afectar la imagen del actual gobernador, tratando de señalar como aviadores a algunos de sus funcionarios menores que continuaron en esta administración, que si algo les caracteriza ha sido su trabajo, en su mayoría sus cargos son irrelevantes en comparación a los cargos de los Secretarios del gabinete anterior y que aparentemente salen limpiecitos, siendo por esto juzgados solo sus empleados menores.

Basta señalar 4 ejemplos que me constan, Francisco Pérez, actual director del Incodis, es conocido por todos que además es maestro del Isenco, su cargo como director del Instituto Colimense de la Discapacidad no se sujeta a un horario específico, Paco lo mismo puede atender asuntos extraordinarios desde las 6 de la mañana como quejas por falta de transporte o lesionados a las 12 de la noche, incluyendo sábados y domingos, pero puede destinar unas cuantas horas al día a la docencia, es decir, prácticamente trabaja todo el día, pero lo colocan en la lista como aviador porque administrativamente solo unas cuantas horas coinciden.

Fernando Cruz, coordinador de Comunicación Social de Gobierno del Estado, es uno de los funcionarios a quien más atacaron por evidente grilla, cuando los propios periodistas y compañeros de él en la pasada administración pueden dar fe que nunca su jornada laboral concluyó a las 16:30 horas como lo señala el informe de la Osafig.

Quienes conocemos la labor de comunicación social sabemos que desde las seis de la mañana se trabaja, sábados y domingos, incluyendo los festivos, hay días que duerme dos o tres horas por eventos relevantes y aún así de un plumazo lo señalan de aviador porque destinaba dos horas de su día a otra actividad para la Secretaría de Educación, cuando todo el resto del tiempo se entregaba a la labor que tuvo en Comunicación Social como empleado menor sin nunca regatear su hora de salida, que es por lo regular a las doce de la noche, cuando bien le va, es otra más de las injusticias.

Carlos Castor, trabajador de la SEP, desde temprana hora inicia sus actividades en el área de comunicación social de la Secretaría de Educación como empleado menor, en ocasiones diario corre sin comer, concluye su jornada laboral y se traslada al Instituto Colimense de Radio y Televisión a fungir como editor y salir a las 10 de la noche, todo el día sin ver a su hija, que ya sólo lo tiene a él, por ello es molesto que se señale y acuse a una persona que sale adelante trabajando sin cesar, sólo porque algún administrativo cometió el error de registrar que su trabajo en el Instituto es por la mañana, cuando en realidad es por la tarde, nadie investigó ni le preguntaron, es absurdo.

July Verduzco, hija del reconocido profesor Oscar Luis Verduzco, ella se desempeñó como locutora en el Instituto Colimense de Radio y Televisión, pero también es profesora normalista, tanto sus alumnos pueden dar fe de que es docente, como los cientos de radioescuchas que la llegaron a sintonizar cuando estuvo al aire en Conexión 981. FM, pero señalarla como aviadora es injusto.

Una información mal manejada del Osafig, que si bien ya aclaró que él nunca los tachó de aviadores, debió investigar más a fondo y darles la oportunidad de aclarar dudas y nunca filtrar los nombres de los trabajadores, lo que provocó una mala interpretación en los medios de comunicación, generando daños irreparables, que hasta legalmente los perjudicados podría proceder en contra de dichos medios y del propio Organismo Fiscalizador.

Por todo lo anterior el Osafig para ya no culpar solo al su titular, debe actuar con profesionalismo, con honestidad y ética para evitar que siga confundiendo a la opinión pública y sacando del tema lo más relevante e importante, que es el juicio político a quienes hayan distraído para sí los miles de millones de pesos que hacen falta recursos de aclarar, porque tampoco es válido culpar al mismo ex gobernador Mario Anguiano si este organismo no pudo acreditar con un solo documento algo irregular, definitivamente el Osafig debe desmancharse por el bien de Colima, y dejar las grillas de colores.

bv