En los últimos tres años se ha mantenido el incremento en la detección temprana del cáncer de mama en el Instituto Estatal de Cancerología (IEC), lo que ha permitido dar un tratamiento oportuno y aumentar el número de mujeres colimenses que han sobrevivido a esta enfermedad, informa la Secretaría de Salud y Bienestar Social del Gobierno del Estado.

En el marco del Día Mundial Contra el Cáncer de Mama, la dependencia estatal detalla que en 2015 se detectaron 126 casos nuevos de esta patología, de los cuales 53, es decir, el 42% fueron detectados en estadíos tempranos; mientras que en 2016, hasta el mes de septiembre, suman 48 casos, 32 de estos, el 66%, han sido detectados de manera temprana.

Para el año 2009, en el Instituto Estatal de Cancerología se detectaron 88 casos, mientras que en el 2010, fueron 82; 110 en el 2011; 129 casos en el 2012; en el 2013 fueron 109 casos detectados y finalmente 135 en el año 2014.

La detección temprana de estas patologías se realiza en las unidades de la Secretaría de Salud, mediante la orientación para la autoexploración a partir de los 20 años de edad y la realización del examen clínico anual a partir de los 25 años y de la mastografía en mujeres de entre 40 y 69 años de edad, cada dos años.

Al respecto, la dependencia estatal recomienda a las mujeres que se revisen los senos una vez al mes para conocer su aspecto y sensación normal y realizar la exploración clínica mamaria para descartar a tiempo el cáncer y valorar posibles factores de riesgo, además de orientar sobre la importancia de regresar al centro de salud por los resultados de la prueba.

La Secretaría de Salud expuso que entre los factores de riesgos involucrados para desarrollar cáncer de mama se encuentran el que la primer menstruación de la mujer haya sido antes de los 11 años; el primer embarazo después de los 35 años o no haberse embarazado nunca; menopausia después de los 50 años; antecedentes familiares de la enfermedad, y uso de anticonceptivos combinados y de tratamientos de sustitución hormonal.

Según datos de la Organización Mundial de la Salud el 21% de todas las muertes por este cáncer registradas en el mundo son atribuibles al consumo de alcohol, el sobrepeso y la obesidad y la falta de actividad física.

Por ello, la dependencia exhortó a la población a que lleve a cabo una alimentación alta en fibra como cereales integrales y en antioxidantes con el consumo de verduras y frutas, y baja en grasas saturadas y alcohol, además de realizar actividad física y practicar lactancia materna, son fundamentales para prevenir el cáncer de mama.