Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la
farmacorresistencia del Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH) se presenta
cuando el virus mantiene su capacidad para mutar y reproducirse a pesar de la
presencia de fármacos antirretrovirales.
Es decir, cuando se vuelve resistente a los medicamentos
utilizados en su contra.
En México, el Centro de Investigación de Enfermedades
Infecciosas (Cieni) en colaboración con la OMS, la Organización Panamericana de
la Salud, el Centro Nacional para la Prevención y el Control del VIH y el SIDA (Censida)
y diversas clínicas nacionales, implementaron encuestas de vigilancia con el
objetivo de conocer el grado de farmacorresistencia de los virus que circulan
en el país.
Los resultados del estudio han sido sorprendentes, pues
revelan que 15 por ciento de los pacientes infectados con VIH son portadores de
un virus resistente a los medicamentos antirretrovirales.
Problemas ante la resistencia a los medicamentos
Cuando un agente patógeno, como el VIH, se vuelve resistente
a los medicamentos de primera elección se genera un problema de salud pública,
porque surge la necesidad de administrar tratamientos más costosos a los
pacientes.
Además, la propagación de estos virus resistentes entre la
población obliga a los investigadores a buscar y diseñar nuevos fármacos a los
cuales el VIH no haya desarrollado mecanismos de defensa.
Para abordar este problema, el doctor Santiago Ávila Ríos, investigador
en ciencias médicas del Cieni, dirige los estudios de farmacorresistencia del
VIH en poblaciones mexicanas.