En el marco del Día Mundial del
Paludismo, la Secretaría de Salud informó que desde hace 15 años no se ha
presentado ningún caso de este padecimiento en la entidad, aún cuando se tiene
la presencia del mosco transmisor (Anopheles) de esta enfermedad.
No obstante, se mantiene activa
la alerta epidemiológica de este padecimiento, de acuerdo a la norma NOM SSA032
para la vigilancia y el control de las enfermedades transmitidas por vector, ya
que Colima tiene migración de personas de entidades donde se ha registrado el
padecimiento, como Jalisco, Nayarit y Sinaloa.
La dependencia detalló que en la
entidad existen los dos principales tipos del Anopheles, el pseudopunctipennis
y el albimanus, mismos que se encuentran en ríos, lagunas y esteros, de ahí que
se recomienda dar cauce a las aguas para evitar la presencia del vector.
Respecto a la primera especie del
Anopheles, se informó que éste ocupa entre el 85 y 90% de distribución en la
entidad y el segundo se ubica en el resto del territorio estatal, sobre todo en
criaderos salobres, mismos que se encuentran de manera preponderante en lugares
como el puerto de Manzanillo.
Cabe mencionar que las especies
importantes del vector pican por la noche y se crían en agua dulce de poca
profundidad (charcos, campos de arroz o huellas de animales), así como en los
mencionados vasos lacustres.
El paludismo es una enfermedad
febril aguda, cuyos primeros síntomas son fiebre, dolor de cabeza, escalofríos
y vómitos, mismos que aparecen por lo general a los 10 o 15 días después de la
picadura del mosco.
Finalmente, la recomendación es
aplicar el saneamiento básico como medida preventiva de estas enfermedades;
además, se sugiere la utilización de repelentes, mallas mosquiteras y
mosquiteros en las puertas.
Según reportes de la Organización
Mundial de la Salud, alrededor de 3 mil 200 millones de personas (la mitad de
la población mundial) están expuestas al paludismo. En 2015 hubo 214 millones
de casos de la enfermedad, que, según las estimaciones, costaron la vida a 438
mil personas, la mayoría en África, pero también se ven afectadas Asia y Latinoamérica.