Científicos del Centro de Investigación en Micro y
Nanotecnología (Microna), en colaboración con el Instituto de Investigaciones
Médico Biológicas de la Universidad Veracruzana, trabajan en la elaboración de
una vacuna contra el dengue, infección vírica transmitida por mosquitos,
principalmente por el Aedes aegypti.
La doctora en ciencias con especialidad en física, Claudia
Oliva Mendoza Barrera, quien dirige el proyecto a través de Microna, habló
acerca de la investigación que ha sido financiada desde 2009 por el Consejo
Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), en conjunto con el Consejo
Veracruzano de Ciencia y Tecnología (Covecyt) y la Universidad Veracruzana
(UV).
“La idea que proponemos es fabricar nanopartículas
poliméricas, para utilizarlas como acarreadores adyuvantes del virus del dengue”.
Es bien sabido que tenemos un problema de dengue a nivel
mundial, cerca de dos mil 500 millones de personas están potencialmente
expuestas a contraer esta infección, particularmente aquellas que nos
encontramos en zonas tropicales”.
“Por otro lado, hay ciertas épocas del año en que se dan
todas las condiciones climatológicas para la reproducción continua del vector”,
explicó.
De acuerdo con la especialista, dos veces becaria del
Conacyt para realizar sus estudios en maestría y doctorado, hasta el momento no
se ha creado una sola vacuna que pueda cubrir todos los serotipos de dengue.
El proyecto que propone en colaboración con el Instituto de
Investigaciones Médico Biológicas de la UV, es una vacuna que abarque los
cuatro serotipos de dengue que existen en el mundo.
“Ésta es una vacuna quimérica. Nuestro interés va dirigido
al desarrollo de un nanoacarreador que transporte una carga de proteína que se
acople al virus y lo desactive, inflamando el sistema inmune para suprimir esta
enfermedad”.
“La propuesta es utilizar proteína E, ya que es la que más
presencia tiene en el cuerpo humano cuando se contrae la infección. A través de
una técnica de síntesis química, llamada gelificación iónica, estamos
fabricando estructuras biopoliméricas, de tal forma que sobre estas vamos a
acoplar la proteína para que de alguna manera se introduzca dentro de un ser
vivo”, detalló.