De acuerdo con información proporcionada por testigos
presenciales, por los propios afectados y por Protección Civil de Tonila, ayer sábado
25, a las 09:20 de la noche, durante el cierre de las fiestas patronales de San
Marcos, ocurrieron tres o cuatro explosiones de pólvora de cohetería que
afectaron en mayor y menor grado a varios habitantes de lugar y a músicos y
bailarines del Ballet Folklórico de la Universidad de Colima.
Las autoridades del hospital del IMSS dieron su apoyo para
que atendieran a los más de 20 integrantes del ballet que resultaron con
quemaduras o rotura de tímpanos, pero sin lesiones graves que puedan poner en
peligro sus vidas.
En el momento de las explosiones estaban interpretando Perro
de Fuego, por lo que además resultaron dañados instrumentos musicales. Entre
los integrantes del ballet también hubo crisis nerviosas, que fueron atendidas.
En entrevista realizada en el área de urgencias del
hospital, el rector José Eduardo Hernández Nava lamentó los hechos y dijo que
al enterarse de lo ocurrido solicitó a las autoridades de este centro
hospitalario que estuvieran preparados para recibir a los lesionados y además
se trasladó a la clínica para estar al pendiente de que fueran debidamente
atendidos, lo que ocurrió de forma inmediata por parte del personal médico.
En el hospital, para ser atendidos se contó con el apoyo del
doctor Gabriel Ceja Espíritu, director de la Facultad de Medicina de esta casa
de estudios.
Dijo además que estará atento de que sigan siendo atendidos
quienes tengan todavía algún problema y que posteriormente se evaluarán los
daños materiales.
Entre los afectados, se encuentran los músicos Jesús Larios,
Guadalupe Preciado, Ramón Chávez, Ramón apreciado, Roberto Mendoza, Juan
Partida, Reyes Hernández, Moisés Sánchez, Marcelo Pedraza, Pedro Palacios,
Arnoldo Salazar, Luis Cisneros, César Mendoza y Ángel Preciado.
De los bailarines, resultaron con afectaciones Francisco
Arellano y Angélica Hernández y los profesores Juan Carlos Gaytán, subdirector
del Ballet, y Zoraida Cruz Andrade.
Todos ellos fueron valorados y atendidos, y tuvieron sólo
lesiones en el oído, en su mayoría de aturdimiento y tres o cuatro con rotura
de tímpano. En el caso de los profesores Juan Carlos Gaytán y Zoraida Cruz,
sufrieron quemaduras y lastimaduras por parte de las varillas de los cohetones.