Más de mil trabajadores pertenecientes a nueve sindicatos, marcharon la tarde de ayer desde el monumento del Árbol Limonero hasta la presidencia municipal exigiendo que les cumplan con los adeudos que tiene el Ayuntamiento con el sindicato, denunciando además una presunta desviación de recursos de parte de autoridades.

Iniciando alrededor de las 6 de la tarde de este miércoles en el monumento al Árbol Limonero, los marchantes recorrieron la avenida Insurgentes, hasta el parque El Triangulito, ingresando por la avenida Torres Ortiz y tomar la avenida 20 noviembre hasta llegar al centro histórico de la ciudad.

Ahí, frente a la presidencia municipal, los líderes sindicales de Villa de Álvarez, Teresa Ramírez, y el de Colima, Arturo León Alam, dirigieron un mensaje a los manifestantes y reiteraron el apoyo a los trabajadores de Tecomán.

En tanto, Audelino Flores, líder del Sindicato de Trabajadores del Ayuntamiento de Tecomán, comenzó a acusar que la problemática por la que debido el gremio pasaba por falta de pagos, era debido a la actual tesorera Martha Valenzuela.

“Lamentablemente, la mente detrás de este caos tiene nombre de mujer: Martha Valenzuela”, señaló Audelino Flores, quien agregó que la funcionaria presentará una denuncia ante el Ministerio Público contra el dirigente sindical, ante lo cual aseguró que “no le tenemos miedo a la justicia”.

Urgió al Gobierno del Estado atender las solicitudes de los trabajadores no sólo de Tecomán, sino también de Colima y Villa de Álvarez; así como pidió a la Procuraduría de Justicia del Estado “trabajar en la denuncia por desvío de dinero que habían presentado anteriormente”.

Flores Jurado señaló haber “recibido amenazas a través de los medios de comunicación de la tesorera de presentarme una denuncia penal por quién sabe qué motivo yo nunca he tenido temor de enfrentarme a la justicia porque nunca he cometido un delito”.

Sin embargo, sentenció que, en caso de proceder con una denuncia, ellos también denunciarán “lo de la lo de la huelga y las amenazas de muerte y los balazos en mi casa y la gente que pagaron para matarme”.