Estación Sufragio

¿Tecnócrata con sensibilidad social?

 Adalberto Carvajal Berber  Opinión

A más de tres semanas que Indira Vizcaíno dejara vacante la Secretaría de Desarrollo Social del Gobierno del Estado, el mandatario estatal Ignacio Peralta designó a Valeria Elizabeth Pérez Manzo en esa cartera, confirmando varias de las hipótesis que se formularon en la prensa, las redes sociales y los círculos del poder:

Una, que la posición tenía que ser para una mujer a fin de mantener una cuota de género que sigue siendo baja: apenas tres damas en el gabinete legal, si incluimos a la directora general del DIF, que no tiene rango de secretaria.

Otra, que el cargo sería para la hasta hace unos días coordinadora general de Proyectos Estratégicos de la Secretaría de Fomento Económico, a quien Peralta Sánchez le guardó el lugar hasta su regreso de Corea, a donde la funcionaria acompañó al titular de la Sefome como parte de una comitiva que hizo el tradicional viaje a Asia de cada sexenio, ése en el que los enviados colimenses le preguntan a los tigres asiáticos si tienen algún proyecto especial para este lado del Pacífico.

(Un lector malicioso observaba que la Sedescol tuvo un encargado del despacho todos estos días como una muestra más de la tacañería de la que ha hecho gala la administración estatal, que vio en la coyuntura del periodo vacacional la oportunidad de ahorrarse el sueldo quincenal de un secretario).

Y la tercera, que JIPS se decantó por una colaboradora técnica, sin trayectoria política ni interés personal en usar el cargo para construir una candidatura propia o, mucho menos, ayudar con los recursos destinados a programas sociales al partido gobernante (PRI) o a ninguno de sus aliados (Verde y Nueva Alianza) en sus estrategias clientelares.

Al menos es lo que se interpreta de las palabras de José Ignacio Peralta cuando, al entregarle su nombramiento en Casa de Gobierno, exhortó a Pérez Manzo a “trabajar con empeño y profesionalismo, así como con honestidad, seriedad y coherencia. Y le encargó hacer sentir a la gente que cuenta con todo el respaldo de la dependencia estatal, así como el compromiso social, profesional y personal de la nueva Secretaria de Sedescol”.

El compromiso de mantener despartidizada la política social lo hizo la nueva titular de Sedescol al señalar que “los retos que tiene son muy grandes, en especial en la parte de pobreza, por lo que buscará generar una verdadera política social en el estado, que atienda esta problemática de manera integral”.

No veo en el fondo de sus palabras una crítica a su antecesora, a quien los priistas del gabinete acusaban de estar usando el cargo para construir un proyecto personal con miras al 2018, pero a quien también muchos colimenses le aplaudimos que no se hubiera prestado al juego priista de usar los recursos públicos de tipo asistencial para construir clientelas electorales o, de plano, comprar votos, como ha estado haciendo Rosario Robles, la titular de Sedatu a nivel federal con un (lejano) pasado perredista al igual que Indira.

Valeria Pérez dio a entender que para ella tampoco se abrirán las llaves del presupuesto. Tras adelantar que revisará la estructura interna (lo cual supone deshacerse del equipo de colaboradores que tuvo Vizcaíno Silva) y los programas implementados, formuló su deseo de “desarrollar otros que puedan tener mayor impacto y principalmente ser innovadora y hacer más con los pocos recursos que se tienen para atender a los colimenses como se merecen”.

Valeria Pérez es uno de esos colaboradores de Nacho Peralta con los que el mandatario no pudo arrancar su gobierno por presiones de los liderazgos políticos que reclamaban posiciones por supuestos méritos en la doble campaña electoral. La mantuvo como su enlace en la Sefome y, muy posiblemente, como un motor de emergencia para arrancar proyectos en una dependencia cuyo titular se asume como un político y funcionario jubilado.

Como cursó sus estudios de educación básica en el estado norteamericano de Washington, Valeria habla inglés perfectamente. Y aunque estudió Economía en la Universidad de Colima, no en el ITAM, es de esos jóvenes a los que el entonces secretario de Fomento Económico, Ignacio Peralta, becó para hacer posgrados en el extranjero.

Pérez Manzo cuenta con una especialidad en Energéticos por parte del Instituto de Tecnología de Gas de Chicago. Y esos conocimientos le permitieron trabajar en la coordinación del Proyecto Integral de Gas Natural en Manzanillo, bajo el liderazgo de JIPS cuando tenía la titularidad de Sefome en el gobierno de Silverio Cavazos.

A la primera lectura de su currículo, Valeria Pérez es una tecnócrata pura. En la Sefome, una de sus principales responsabilidades fue la realización del Plan de Gran Visión Colima 2040, entre otros. Pero mientras estuvo en la banca, del 2009 al 2015, fungió como la coordinadora de Relaciones Comunitarias de la empresa energética Transcanada Pipelines para la construcción y operación del gasoducto Manzanillo-Guadalajara y sus demás activos en Hidalgo, San Luis Potosí, Veracruz y Querétaro.

(En esa chamba, habría desarrollado la sensibilidad necesaria para no lastimar los intereses de los grupos sociales arrasados por el gasoducto o, en caso contrario, una perversa habilidad para darle a la gente atole con el dedo).

En diciembre de 2015, en el gobierno interino de Ramón Pérez Díaz asumió la Secretaría Técnica de la Sefome, cuya titular era Mairén Polanco, actual directora general del DIF estatal, lo que significa que junto a ella y los secretarios de Gobierno, Finanzas y Administración, Valera Pérez formó parte del gabinete adelantado de Ignacio Peralta, con el que, no obstante tener que superar todavía el reto de la elección extraordinaria, el entonces candidato del PRI tuvo control de la administración pública antes de rendir protesta.

Mi correo electrónico: carvajalberber@gmail.com. Esta columna se puede leer también en: www.aacb2.com.

 

bv