Tarea Política

¡Resiste, Nacho, resiste!

 José Luís Santana Ochoa  Opinión

Porque los colimenses no tienen con qué ni por qué pagar otra elección extraordinaria de gobernador del estado, Nacho debe resistir a pie firme en el cargo hasta mediados de febrero de 2018 cuando cumpla dos años, fecha después de la cual el Congreso Local nombraría al sustituto. Tienen razón quienes, porque no viven felices ni seguros, le dijeron a Nacho en las ya famosas lonas colocadas la noche del domingo de ramos en puntos estratégicos de la conurbación Colima-Villa de Álvarez y de Manzanillo, ¡Vete!, pero él debe hacer caso omiso a esta orden ciudadana y aguantar vara los próximos nueve meses hasta alcanzar la orilla y salir del embarazo que le provocaron sus amiguitos peñanietistas que le impusieron el viacrucis que para él ha sido la gubernatura.

Sus estrategas de incomunicación social que formalmente lidera Fernando “El Pollo” Cruz pueden sugerirle a Nacho la colocación de cientos de lonas en todo el estado en las que la gente de utilería que para su propaganda tienen, le pida a Nacho que no se vaya porque su verdad es que todos los colimenses viven felices como lombrices y seguros como canguros. Si bien nueve meses son un largo trayecto para los ciudadanos que tendrán que soportarlo, no tanto para quien fue mal candidato y resultó peor gobernante, el bilingüe  egresado del ITAM y Essex University, representante de la clase ilustrada de Colima y aromatizado a Pinos, por razones de insuficiencia de recursos económicos para costear otra elección estatal, debe sacrificarse y resistir hasta mediados de febrero de 2018.

La fijación psicológica-política desarrollada por Nacho de culpar de su propia incompetencia a sus nefastos antecesores Mario Anguiano Moreno y Jesús Silverio Cavazos terminó asemejándolo a ellos al grado de haberlos superado ya en el año y medio que lleva quejándose de ellos. Las nachotarjetas, los negocios sustentados en la información privilegiada y el tráfico de influencia en que se ha metido, y la compra a precio alzado del predio “La Campana”  y de residencias y departamentos de alto precio aquí, allá y acullá, a estas alturas de la pelea sexenal superan las trapacerías que en sus primeros dos años de gobierno cometieron lo bribones de siete suelas Jesús Silverio y Mario.

Nacho debe resistir otros nueves meses como gobernador ausente de Colima aunque haya quienes le reclamen el haber incumplido su promesa de campaña de meter al fresco bote a silveristas y anguianistas, y recuperar los miles de millones de pesos que descaradamente se robaron. Tampoco debe oír ni escuchar, sino ponerles oídos de matancero, a las voces que le reclaman su infelicidad e inseguridad y los robos a sus hogares y negocios, extorsiones, muertos por doquier a razón de unos cincuenta por mes en promedio para dar un total acumulado de cerca de 700 caídos en lo que va de su pésimo mal gobierno por las balas de la delincuencia organizada que no atina a neutralizar.

Nacho tiene en qué entretenerse mientras transcurre su tiempo: los miércoles de plaza, sus frecuentes viajes a destinos de clase mundial y el establecimiento de records Guinness pueden hacerle más ligero su penoso transitar  hasta su cumpleaños número dos como gobernador de los paganos colimenses. En tanto, los columnistasnachoperalta@gmail.como deben redoblar sus porras para que su jefe resista los próximos nueve meses y no aviente el arpa.  

EL ACABO

Los ciudadanos colimenses tienen derecho a exigirle a Nacho que se vaya con su desentonada música a otra parte o a pedirle que resista y continúe en el cargo hasta el día último de noviembre de 2021,  y a expresar sus  exigencias y peticiones por todos los medios a su alcance, incluida la colocación de lonas. ¿Qué chingados tiene entonces que investigar la Procuraduría General de Justicia del Estado a quienes decidieron ejercer su derecho constitucional de petición? Es pregunta, no se enojen.

Lo que menos importa es la procedencia de las lonas, Nacho, el objetivo que “se busca” es muy claro y preciso: Tu salida del cargo al que nunca jamás debiste haber llegado.

bv