Estación Sufragio

El precio es demasiado

 Adalberto Carvajal Berber  Opinión

El gobierno de Nacho Peralta “no ha pretendido partidizar los programas sociales”. Más bien, “se ha preocupado por realizar un buen gobierno, [uno] que brinde beneficios concretos a la gente, sin ningún distingo”, respondió Rogelio Rueda a la pregunta de los reporteros sobre las cuestiones que aquí ya habíamos planteado, en sintonía con lo que muchos colimenses piensan, creo yo.

¿Para sustituir a Indira Vizcaíno en la Sedescol, llamará Peralta Sánchez a un cuadro priista plenamente identificado con el tricolor y dispuesto a usar los recursos públicos para beneficiar electoralmente al partido el año siguiente cuando se disputarán en el estado la Diputación local y los ayuntamientos, mientras a nivel federal se renuevan las cámaras del Congreso y la Presidencia de la República?

Ya se cruzan apuestas por Mairén Polanco –la directora general del DIF estatal y economista como Ignacio Peralta, con una trayectoria académica que alcanza el doctorado– para ocupar la vacante en el gabinete estatal. Sin embargo, a nombre del Partido, sostiene Rueda que el criterio del gobierno priista no es usar la cartera para allegarle votos al Revolucionario Institucional.

“Prueba de ello fue haber nombrado como primer titular de la Sedescol a una persona que no militaba en el PRI como responsable de la política social de su administración”, agregó Rogelio, refiriéndose a Indira Vizcaíno quien hace unos días presentó su renuncia a esa Secretaría de Desarrollo Social.

De acuerdo al presidente del comité directivo estatal: “En el PRI estamos convencidos de que un buen gobierno brinda mejor respaldo al partido que cualquier intento de generar clientelismo electoral”.

Rueda Sánchez, a quien le atribuyen haber sido uno de los padrinos que acercó a Indira al entonces precandidato a la Gubernatura, Ignacio Peralta (Rogelio y la ex alcaldesa de Cuauhtémoc coincidieron en una legislatura federal, él como senador por la primera minoría en Colima y ella como diputada federal plurinominal del PRD), subrayó que fue Vizcaíno Silva quien tomó la decisión de renunciar a la Sedescol.

Y no obstante los términos que usó Indira en su misiva para explicar los motivos de esta renuncia, Rogelio expresó su certeza de que “la actual administración seguirá siendo cuidadosa en el uso público  de los recursos”.

Los priistas parecen ver como una desventaja la decisión del Gobernador de nombrar a gente ajena al PRI a puestos en el gabinete, Mas para Rogelio Rueda, respetando la opinión de los liderazgos del tricolor (¿a cuál de los ex gobernadores se refiere?), “un buen gobierno respalda [así] de mejor manera a su partido que el intentar generar clientelismo electoral. Y en ese sentido, los programas sociales del gobierno de Nacho Peralta se brindan a todos los colimenses sin distingo de ninguna clase”.

Como alguien me dijo, al despedirse de la administración estatal Indira lanzó varios torpedos que pegaron por debajo de la línea de flotación el régimen peraltista. Si no tapan los boquetes, la credibilidad del gobierno comenzará a hacer aguas. En ese sentido, se le cuestionó a Rueda Sánchez sobre los reclamos de Vizcaíno Silva de que hubo un manejo inadecuado de recursos, especialmente por parte de la CNC que debió reintegrar al Partido un dinero que la Campesina había recibido como préstamo.

Para Rogelio, esa situación se dio en la anterior administración bajo la responsabilidad de la hoy diputada federal por el PAN Eloísa Chavarrías, en ese entonces directora general de un área de la Sedescol (que absorbió, por cierto, los antiguos programas que manejaba la oficina de Atención Ciudadana del despacho del Ejecutivo estatal). Y ante ello, Rueda urgió a las autoridades llegar al fondo de las investigaciones.

Rueda es congruente con la propuesta que hizo en el marco de la discusión sobre el juicio político a los dos alcaldes emanados del PAN que fueron sentenciados por el Tribunal Electoral por haber participado en actos de la campaña extraordinaria a Gobernador, de no refrendar acciones ilegales que si bien han sido retomadas por todos los del partidos cuando llegan al poder, la verdad es que las patentó el PRI.

Y está siendo Rueda pragmático en cuanto a la conveniencia de no bursatilizar el voto. Al ritmo que vamos, ¿en cuánto acabarán pagando los votos los partidos: tres, cuatro, cinco mil pesos? Aunque la estrategia no es pagar por los sufragios a favor del PRI sino comprar las credenciales de elector de los ciudadanos que pudieran votar por la oposición, esta escalada de precios tiene un límite: ahí donde ya nada puede cubrir el costo de seguir sosteniendo a un régimen que para muchos potenciales electores es corrupto e ineficaz.

En el Reporte del Índice de Paz México 2017, elaborado por el Instituto para la Economía y la Paz que coordina Patricia de Obeso, el impacto del costo de la violencia representa el 18 por ciento de la economía del país, es decir, 3.07 billones de pesos, lo que equivale a 25 mil 130 pesos por persona. Con base en los datos del Inegi y del Sistema Nacional de Seguridad Pública, este costo en Colima fue de casi 66 mil 500 pesos por persona el año pasado.

Claro que la mayoría de la gente no es consciente de que ese dinero sale de su bolsillo, pero lo percibe a través de todas las acciones que derivan de la impunidad con la que se maneja la delincuencia organizada para traficar enervantes, vender drogas al menudeo, cobrar piso, extorsionar, secuestrar, asesinar, someter a mujeres a trata, vender piratería, etcétera.

La violencia tiene un efecto adverso en las empresas, lo que se traduce en inflación y desempleo. Eso la población civil lo resiente y culpa de ello al Gobierno. Incluso, aunque les paguen a cinco mil pesos el voto (en dinero o en especie; por recibir una despensa o láminas de asbesto, por entregar su credencial de elector o la boleta en blanco después de haber depositado una ya cruzada en la urna), esa cantidad no compensa el precio de la inseguridad.

En términos presupuestales, llega un momento en que es más barato enfrentar el problema del desempleo, la inseguridad y la parálisis económica con inversiones públicas y facilidades para atraer capitales privados, que intentar comprar votos mediante programas clientelares o alquimia electoral.

El lunes, Nacho Peralta señaló que es más fácil sobrellevar la función pública cuando hay recursos y no cuando, ante la escasez, se requiere imaginación y creatividad. No pensaba solo en Indira que renunció porque le recortaron el presupuesto a la cuarta parte, sino en el resto de los secretarios. Como Carlos Domínguez Ahedo, que se ha quedado pasmado en la Sefome.

Sospecho que Peralta Sánchez, como el líder estatal del PRI, pensaba también en los dirigentes seccionales, municipales y estatales del partido.

Mi correo electrónico: carvajalberber@gmail.com. Esta columna se puede leer también en CARVAJALBERBER: www.aacb2.com.

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